Comparto con ustedes esta nota publicada en el diario La Nación. El plus de interesante que tiene este artículo para mí es que hace mención de la Asociación Por los Chicos, la ong humanitaria en la que trabajo ;)
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LUNES 3 de Mayo de 2004 -
La otra cara del "no te metás": con el apoyo de la Red Solidaria
Jóvenes que trabajan por el país
http://www.lanacion.com.ar/04/05/03/dg_597674.asp
Tienen entre 15 y 30 años; aúnan esfuerzos e impulsan proyectos que benefician a otros argentinos
Juan Carr habla de integrar una selección sub 30
Quiere concentrar voluntades desperdigadas por todo el país
Las ideas que tienen en marcha
Se hartaron del "algo hay que hacer". Se animaron al "algo voy a hacer" y hoy dicen: "Algo estoy haciendo". No pretenden que los gobiernos resuelvan todo, ni quieren que todo lo decidan. Lejos están de concebir a los ciudadanos como "clientes" del Estado. Deben ser "accionistas", partícipes del cambio, con el compromiso y la responsabilidad que eso implica. Sólo así, dicen, el país podrá cambiar.
Son jóvenes de entre 15 y 30 años. Y algo más y algo menos también. Están de acuerdo en que no se trata de hacer grandes cosas, ni de cargarse el país al hombro. Cada uno desde lo suyo y junto con el otro, para sumar esfuerzos y potenciar resultados. Trabajo en equipo, ni más ni más. Desde el barrio, desde la parroquia, desde el colegio o desde el club. La clave: juntarse y organizarse.
LA NACION habló con siete jóvenes de Buenos Aires, de Rosario, del Chaco y de Formosa que decidieron involucrarse desde distintas profesiones, con distintos objetivos. Son sólo algunos de los miles de chicos que hoy, en silencio, trabajan por una nueva Argentina. Se les preguntó qué hay que cambiar y cómo hacerlo. Palabras más, palabras menos, todos contestaron lo mismo: que cada uno haga bien lo que sabe hacer y que lo ponga al servicio del otro, por el bien del país.
Hay otros cientos de miles que quieren ayudar y no saben cómo. Por eso, la Red Solidaria decidió juntarlos y buscar un lugar donde pudieran conocerse, expresarse y planear cómo aunar esfuerzos. Juan Carr, titular de la Red y adicto al fútbol, decidió llamar a este multitudinario equipo el "Sub-30".
¿Por qué multitudinario ? "Porque, según varias encuestas y estadísticas, hay 1.200.000 jóvenes de entre 15 y 30 años que dicen que quieren hacer algo para beneficiar al país -explicó Carr-. De una franja de 9.500.000, el 13% dijo que está dispuesto a colaborar." La Red quiere, justamente, capitalizar esas ganas y ayudarlos a ayudar.
Con un simple clic
La página www.porloschicos.com es un ejemplo de cómo varias personas con distintos conocimientos pueden juntarse para concretar una buena idea. Hace cuatro años, y con apenas 22 años, Tomás Fourcade y Brian Drosner se propusieron crear un sitio donde, con un simple clic, cualquier argentino, desde su computadora, pudiera donar un plato de comida y que pagaran por ese plato empresas sponsor .
Ellos son ingenieros. Sólo sabían cómo llevar adelante el programa y buscaron a los que sabían todo lo demás: programadores, diseñadores gráficos y licenciados en administración de empresas. "Nos tomó tiempo, pero finalmente empezamos en abril de 2002. Ayudamos a unos 10.000 chicos de 30 comedores con el apoyo de unos 40 sponsors que se rotan -contó Tomás-. Este año nos propusimos ir un poco más allá y empezamos con un programa para chicos desnutridos."
Pablo Córdoba, un abogado formoseño de 25 años, cree que cambiar el país es posible. "Hay que apoyar las iniciativas, fomentar la cultura del trabajo y de la educación. Hay que ayudar a la gente a que ella misma salga adelante, darle las herramientas, cortar con la pasividad del clientelismo político que la tiene cautiva", dice. Por eso, hace tres años creó con un grupo de jóvenes de su provincia, del Chaco y de Corrientes la Fundación Sonreír, una red de ayuda que se extiende a todo el nordeste y para la que trabajan más de 300 voluntarios.
Lucila Dondo, de 29 años, apunta a las cosas cotidianas, a las que parecen más insignificantes, pero no lo son.
Desde lo micro
Apunta a no quejarse de los grandes corruptos si se hace todo lo posible por no pagar el boleto del tren. "El cambio tiene que empezar desde lo más micro", dice. Ella forma parte de una ONG que ayuda a las mujeres en riesgo y cree que para que las cosas cambien es indispensable que se diseñen y respeten políticas tendientes a proteger a la familia. "Hoy todo atenta contra la maternidad. Las mujeres temen que, si quedan embarazadas, las vayan a desplazar en el trabajo, no les respeten la licencia o las horas que la ley dispone para amamantar -explicó-. Todo atenta contra el desarrollo de una familia."
El problema, dice Cecilia Pasman, es que cada uno tira para su lado. Es economista, tiene 27 años y, más allá de su trabajo, se dedica a combatir la desnutrición desde la Red Solidaria. "Hay que comprometerse con el otro. Tener en claro hacia dónde vamos e ir todos en esa dirección."
Por Marta García Terán
De la Redacción de LA NACION
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