Ayer, 1 de diciembre comenzó la 10ma. Cumbre de Mercociudades. Las Mercociudades son ciudades del Mercosur (Mercado Común del Sur) que trabajan articuladas en red en lo que a políticas sociales se refiere.
En esta ocasión, la Cumbre tiene lugar en Buenos Aires y el despliegue organizativo es impactante. Con sede principal de trabajo el Hotel Hilton, cientos de funcionarios y representantes de ONGs de municipios de los países de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia participan de seminarios y reuniones de trabajo bajo el lema de la 10ma. Cumbre: La Distribución del Ingreso en América Latina; Ciudades en el camino de la equidad.
Hay algo muy claro: Latinoamérica es la región más desigual del planeta y paradojalmente, también es la región POTENCIALMENTE más rica. Y los jóvenes estamos especialmente empantanados en esa paradoja que aplasta nuestro presente y niega cualquier futuro deseado.
Durante los malditos 90's se nos dijo que necesitábamos inversión externa, reestructurar el Estado en pos de la eficiencia y la calidad y que con crecimiento económico, vendría el ascenso social, el desarrollo y la reducción de la pobreza. TODO FUE UNA MENTIRA o al menos un grave error. El Estado no sólo no se volvió más eficiente, sino que la corrupción cobró dominio de la práctica política hasta casi su naturalización; y lo que antes era instrumento de transformación de la realidad, pasó a ser un mero administrador de "lo que hay" y de la transformación se pasó a la gestión (de recursos escasos y problemas crecientes). En fin, se pretendió dormir a la gente -y la verdad es que lo lograron- con la panacea del crecimiento y bajo esa excusa, la desigualdad aumentaba y con ello toda la ruptura del tejido social.
En fin, "las penas son de nosotros y las vaquitas son ajenas". No obstante, debatir, pensar, intercambiar ideas, prácticas, políticas en torno a un nuevo modelo de crecimiento imbricado necesariamente con la reducción de la desigualdad es absolutamente urgente. Debemos poner sobre el tapete discusiones sobre política fiscal, inversión social, acrecentamiento del capital social y el empoderamiento de las comunidades más afectadas por la desigualdad y la pobreza.
Y ahí estamos los jóvenes, con una mano aguantando las presiones del presente y con la otra, rompiendo los muros que nos tapan el futuro que necesitamos como individuos y como naciones.
Me gusta la idea de pensar las regiones desde las ciudades. Me gusta que se haya abierto un espacio de participación de la sociedad civil en la Cumbre. Me gusta que hoy la Sub Unidad de Juventud, pasará a ser una Unidad de Juventud en la Red de Mercociudades. Lo que falta, lo que me gustaría, es que se crease un Consejo Asesor de la Sociedad Civil de las Mercociudades. Hoy no existe, pero estoy seguro que está por venir. Sigamos pensando, sigamos debatiendo, sigamos haciendo!
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